La enfermería fue considerada durante mucho tiempo como una ocupación
menor. En otras épocas este servicio era prestado por voluntarios con
una escasa formación, por lo general, mujeres. Además, era considerada
una ocupación para aquellos que no podían desempeñar otro tipo de
trabajos y de un estatus social bajo, por su cercanía a la enfermedad y
la muerte. Hay que tener en cuenta que en un contexto en el que los
cuidados médicos eran de muy escasa calidad, las condiciones en que
desempeñaban sus funciones eran muy deplorables. Fue en el siglo XIX
cuando se ponen en marcha los primeros programas oficiales de formación
reglada de enfermería. A partir de este momento se inicia un proceso de
profesionalización de esta ocupación. Actualmente para poder ejercer la
profesión de enfermería es necesario realizar estudios universitarios de
grado y, aunque sigue siendo mayoritariamente una profesión realizada
por mujeres, cada vez son más los hombres que escogen esta salida
profesional. Esta formación incluye conocimientos generales de medicina y
un aprendizaje práctico con pacientes bajo la supervisión de enfermeros
titulados.
Funciones de los enfermeros y enfermeras
La profesión de enfermería tiene un componente vocacional muy
importante pero además los candidatos a ser enfermeros y enfermeras han
de reunir una serie de capacidades imprescindibles para la posterior
realización de sus funciones. El hecho de tener pacientes a su cargo
implica tener que poseer determinadas capacidades de organización y de
reacción frente a situaciones complicadas. Las relaciones personales son
fundamentales en esta profesión. Tener un carácter abierto ayuda a
sobrellevar situaciones en las que los pacientes se encuentran en
momentos delicados de salud. Poseer un alto grado de empatía también
ayuda a realizar una labor profesional adecuada. Un alto sentido de la
responsabilidad también es fundamental ya que la salud, y en ocasiones
hasta la vida de los pacientes, está en sus manos.
Son varias las funciones de la enfermería como profesión. La primera
de ellas es la función asistencial, es el cuidado de las personas. Está
orientada a la promoción de la salud y a satisfacer las necesidades de
las personas enfermas, procurando el mayor grado de bienestar posible.
La función administradora es aquella que hace referencia a la
responsabilidad y la toma de decisiones en enfermería. Se encarga de
gestionar los recursos disponibles y de la planificación y organización
del servicio, de forma interna y con otros servicios de salud. La
función docente es la que se encarga de la preparación y formación de
personal. Debe ser una formación continua a lo largo de toda la vida. La
última de las funciones es la investigadora, que se utiliza para
incrementar el cuerpo de conocimientos de la profesión mediante el
estudio del propio ejercicio de la actividad y la difusión entre los
enfermeros y enfermeras.
Salidas profesionales de enfermería
Un profesional en enfermería está facultado para la realización de
una variada gama de servicios relacionados con la salud. Uno de los más
destacables es el seguimiento de la historia clínica del paciente,
incluyendo reconocimientos físicos y el encargo de diferentes pruebas de
laboratorio. También se encarga de realizar diagnósticos y pautar
tratamientos para la curación de determinadas enfermedades, puede
suministrar recetas de medicamentos y llevar a cabo ciertos
procedimientos médicos. También puede realizar acciones divulgativas
para la prevención de enfermedades y la promoción de hábitos de vida
saludables.
Las salidas profesionales de los especialistas en enfermería ocupan
un amplio espectro, tanto en la empresa privada como en la pública.
Clínicas y hospitales son el principal destino de los titulados en
enfermería, pero no el único. Estos profesionales pueden desempeñar su
trabajo en empresas de asistencia sanitaria a domicilio, en los
departamentos de servicios sanitarios de empresas con un alto número de
trabajadores, en mutuas sanitarias, en colegios y en guarderías. También
pueden trabajar en consultas privadas, centros de rehabilitación,
residencias de la tercera edad, laboratorios de análisis clínicos y
balnearios. Para poder acceder a puestos en las distintas
Administraciones Públicas el sistema más habitual es el de
concurso-oposición.
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